Cómo la humanidad podría sobrevivir y durar para siempre

Las posibilidades de que la especie humana se enfrente a su propia destrucción aumentan con cada segundo que transcurre. Parece que sólo es cuestión de tiempo para que una amenaza de proporciones globales arrase con nuestra existencia. Por tal razón, muchos científicos y futuristas han propuesto algunas alternativas para asegurarnos la vida.

Algunas de las posibles causas de nuestra extinción

Si intentamos hacer una lista de las posibles causas de extinción de la humanidad, nos tomaría bastante tiempo. Ya el cine y los cómics nos han estado alertando sobre los distintos peligros que se aproximan. Pero lo cierto es que una guerra nuclear o un cambio climático no tienen nada de ficción.

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En el mismo orden de ideas, las pandemias son una de las mayores amenazas, pues con facilidad se propagan y disminuyen el número de pobladores. El consumo desmedido pudiera terminar agotando los recursos del planeta, haciendo insostenible la vida.

En realidad, cada teoría tiene su origen en la incapacidad humana de mantener una vida equilibrada con la naturaleza. Esto ha llevado a muchas mentes pensadoras a plantear distintas formas de asegurar la existencia humana, dentro o fuera del planeta.

Cómo pudiera la humanidad sobrevivir y durar para siempre

Por supuesto, el primer paso sería crear un planeta que pudiera sostener la vida mucho más tiempo. Para ello se necesitaría reducir considerablemente la contaminación ambiental y distribuir los recursos equitativamente. Pero los intereses políticos y económicos suponen un obstáculo casi insalvable.

A decir verdad, quisiéramos conservar el planeta, pero tampoco podemos renunciar a la idea de tener que prescindir de él. Si se trata entonces de abandonar la Tierra, lo mejor sería hacerlo en grupos dirigidos a distintos lugares del universo. Una humanidad distribuida, como se ha llamado a este enfoque, resultaría más ventajoso.

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Llevando seres humanos a distintas partes del universo, la raza humana tendría más probabilidades de sobrevivir. Cada grupo sería responsable de su supervivencia, y la seguridad de uno no dependería de las circunstancias del otro. Quizá un grupo encuentre un exoplaneta del cual vivir, mientras que otro bien pudiera terminar aniquilado.

Poniendo todas las opciones sobre la mesa

Separados, las enfermedades y demás riesgos biológicos no se propagarían a todos los humanos vivientes. Ahora bien, para planificar un proyecto de esta magnitud no solo hace falta tecnología de punta, sino un cambio en la forma de pensar. Necesitamos desarrollar una mentalidad intergaláctica, interestelar, convertirnos es una especie interplanetaria.

En este sentido, resulta muy necesario crear un espacio cerrado donde se reproduzcan las condiciones básicas para sostener la vida. Pues ya se han hecho experimentos donde seres humanos pasan algún tiempo encerrados en una biósfera artificial. Pero los resultados han sido desalentadores, por no decir deprimentes.

En las décadas de 1970 y 1980, los soviéticos probaron con la llamada BIO-3 en Siberia. Pero su sistema dependía tanto del exterior que ni siquiera podría llamarse biósfera. Para los años 90 se probó con el proyecto Biosphere 2, pero tampoco funcionó, pues el lugar experimentó cambios en los niveles de CO2, lluvias ácidas y ocasionó desórdenes mentales en los implicados.

Vista de la Biosfera 2, Hábitat y Pulmón. El hábitat es donde vivió la tripulación durante la misión. El pulmón es lo que mantiene la presión del aire dentro de la estructura. Crédito: DrStarbuck / Flickr

Se agotan las posibilidades

Desarrollar una biosfera autosustentable es básico, sea que abandonemos el planeta o nos quedemos en él. Si la contaminación ambiental sigue aumentado, pronto necesitaremos crear nuestra propia biósfera para sobrevivir. Salvando este obstáculo, nos quedaría explorar el universo en busca de planetas donde asentar colonias humanas.

Para ello resulta necesario aprovechar el tiempo que tenemos en la tierra a fin de  hacer expediciones intergalácticas. Enviar naves o sondas espaciales a explorar planetas distantes prepararía el terreno para una futura emigración planetaria. Estos viajes de reconocimiento permitirían además asegurar que el éxodo sea posible y tenga un final feliz.

Vivir para siempre… digitalmente

Por último podemos mencionar la opción de llegar a vivir conscientemente en un cuerpo robótico o un mundo digital. Una supercomputadora podría albergar las mentes en un mundo creado digitalmente. Así, al menos la conciencia humana sobreviviría.

Sea como sea, la realidad es que cada día se hace más necesario concebir una idea factible para asegurar nuestra existencia. ¿Dependerá nuestro futuro de instituciones científicas como la NASA, de los avances tecnológicos o de nosotros mismos? Quizá el tiempo nos responda.

Por: Luisa Lugo

Referencias:

• How Humanity Could Last Forever
  https://gizmodo.com/how-humanity-could-last-forever-1841892619