Al otro lado de la Vía Láctea, hay millones de agujeros negros sin descubrir que consumen materia del espacio interestelar, drenando nuestra galaxia de polvo y gas que flota en los vacíos entre las estrellas. Ahora, un par de científicos japoneses han anunciado un plan para cazar estos agujeros negros «perdidos».
La idea de que hay millones de agujeros negros escondidos en la Vía Láctea no es nueva. En 2018, una investigación financiada por la NASA descubrió que podría haber entre 10.000 y 20.000 agujeros negros reunidos alrededor del agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia. La investigación publicada en febrero también dijo que hay potencialmente 100 millones de «agujeros negros silenciosos» en la Vía Láctea.
Sin embargo, el seguimiento de estas regiones en el espacio es difícil. Las fuerzas gravitacionales alrededor de un agujero negro son tan intensas que ni siquiera la luz puede escapar. Esto significa que no pueden detectarse utilizando métodos tradicionales utilizados para observar otros objetos celestes.
Sin embargo, los astrónomos Daichi Tsuna y Norita Kawanaka, de la Universidad de Tokio y la Universidad de Kyoto en Japón, afirman haber encontrado una nueva forma de detectar estos «agujeros negros aislados» (IBH).
Su estudio, que se publicó en el servidor de preimpresión arViv.org, sugiere observar los IBH a través de sus emisiones de rayos X. El documento, que aún no se ha revisado por pares, por lo que no ha sido evaluado por otros científicos que trabajan en el campo, se basa en el entendimiento de que los IBH, como todos los agujeros negros, se alimentan de materia del espacio interestelar. Esto produce un disco de acumulación de materia que rodea el agujero negro, que, para los agujeros negros más grandes, produce rayos X que pueden ser detectados por los científicos.
Pero para los IBH, el flujo de acreción es «inusualmente débil», lo que significa que no produce fuertes emisiones de rayos X. Sin embargo, debido al flujo de acreción débil, hay una salida de material mucho más fuerte. Como LiveScience informó por primera vez, Tsuna y Kawanaka se centran en el shock producido cuando este flujo de salida golpea el material circundante. Cuando esto sucede, los electrones se aceleran, produciendo ondas de radio que podrían detectarse.
Los científicos dicen que la técnica es optimista: detectar IBH de esta manera requeriría un equipo extremadamente sensible y probablemente no podría usarse para encontrar la gran mayoría de estos agujeros negros ocultos.
El astrofísico Simon Portegies Zwart, de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, que no participó en el estudio, dijo a LiveScience que el método de Tsuna y Kawanaka para detectar IBH «sería excelente», pero «la sensibilidad puede plantear un problema».
Los autores dicen que el próximo Square Kilometer Array (SKA), que tendrá su sede en Australia, puede ofrecer las capacidades requeridas.
You must be logged in to post a comment Login