Los osos pueden ser el ejemplo más famoso, pero no son los únicos animales capaces de hibernar.
Varios tipos de ardillas, murciélagos e incluso pájaros también pueden reducir las temperaturas centrales de sus cuerpos, poniéndose en estado de latencia durante semanas o incluso meses a la vez, y un día, los humanos podrían unirse a ellos en esa lista.
John Bradford, un ingeniero aeroespacial que investiga la hibernación humana para la NASA, dijo en un comunicado a The Atlantic:
«No pudimos encontrar ningún inconveniente, cualquier razón no sería posible».
El trabajo de Bradford en la NASA evidencia una de las razones por las que los científicos están tan interesados en la hibernación humana: podría ser útil para los viajes al espacio profundo.
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Si los astronautas pudieran entrar en un estado de hibernación para, por ejemplo, un viaje a Marte, no tendrían que llevar tanta comida o agua con ellos, y dado que el costo del viaje espacial aumenta con cada libra adicional, menos es casi siempre preferible a más.
Podrían también viajar en una nave espacial más pequeña, ya que no necesitarían espacio para moverse, y podían potencialmente evitar el estrés psicológico asociado con largos períodos de aislamiento en el espacio profundo.
Aun así, si bien Bradford y otros científicos que hablaron con The Atlantic no creen que la hibernación humana sea imposible, también tienen que descubrir cómo hacerlo.
Varios están centrando actualmente su investigación en encontrar un medicamento que pueda bajar de forma segura la temperatura central de un humano. Si pueden lograr eso, habrán superado uno de los mayores obstáculos para la hibernación humana y, tal vez, allanar el camino para la exploración del espacio profundo también.
Fuente: The Atlantic
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