Hace más de 2.400 años, los persas ya podían disfrutar del hielo en pleno desierto, gracias a unas edificaciones con un diseño y estructura muy avanzada para su época: los Yakhchal.
El Yakchal es una estructura originada para generar hielo. Desde los tiempos antiguos, cada pueblo ha tenido el objetivo de encontrar un sistema adecuado para mantener sus alimentos y asegurarse de que conserven al máximo su sabor y sus propiedades.
El Yakhchal fue una de las claves para la concepción de la refrigeración y conservación de alimentos, mucho antes de la llegada de los congeladores y de los electrodomésticos disponibles en la actualidad en varios supermercados y centros comerciales.
Con esta técnica, el clima abrasador de los vastos desiertos de Irán podría no representar un obstáculo definitivo a la capacidad para mantener los alimentos el mayor tiempo posible.
¿Cómo funciona un Yakhchal?
Primero que todo, era una estructura en forma de cono, pero con la apariencia típica de una cúpula primitiva.
Su significado es el de un pozo de hielo, y esto deja ya adivinar cuál fue su utilidad real, significativamente más alto que el promedio.
El edificio funcionaba gracias a la evaporación del agua, gracias a la cual nos va a generar todo el hielo que es posible con la ayuda de una secuencia de aire.
En la práctica, esta cúpula, podría permitir la preservación de cada plato, pudiendo también contener la comida como uno de los muchos refrigeradores en nuestros días.
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¿Por qué el Yakhchal era tan eficaz?
Todo esto fue posible gracias a la ayuda de un material especial que es muy similar al cemento, conocido por el nombre de Sarooj.
Fue hecho de arcilla, arena, cal, ceniza y materiales bastante extraños como los pelos de cabra, e incluso un poco de clara de huevo. Todos estos ingredientes que poco tenían que ver el uno con el otro se mezclaron con el máximo cuidado para dar vida a las paredes que pudieran soportar todos los agentes atmosféricos y a mantener el máximo de su calidad.
La parte más baja se caracteriza por un espesor de aproximadamente 2 metros y estaba marcada por una serie de agujeros, con lo que el aire frío se dirige hacia la parte inferior y genera cubos de hielo.
Los persas podían producir hielo en el desierto hace muchos siglos. Al mismo tiempo, todo el aire caliente se mueve desde la parte inferior a la parte superior, y por lo tanto, era posible mantener los alimentos sin ninguna dificultad.
El objetivo podría lograrse gracias a que el río Qanats y a las ya mencionadas torres de viento, que en realidad eran muy similares a las existentes en los acueductos.
En consecuencia, el Yakhchal representa un logro estupendo para conseguir temperaturas por debajo de cero, incluso cuando afuera, hubiera al menos 40 grados a la sombra.
Los antiguos persas podían divertirse en la antigüedad haciendo un sabroso postre llamado Faloodeh. Y estas cúpulas milagrosas han sobrevivido hasta nuestros tiempos, precisamente a causa de su resistencia fuera de lo común.
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